Puede que sea parte de mi idiosincrasia, soy hijo de emigrantes gallegos, puede que sea parte de mi actitud ante los proyectos, actitud muy techie, o puede que sólo sea como yo interpreto las posibilidades de un entorno global, mi pasión por internet,… puede. La cuestión es que sigue sorprendiéndome como perdemos la visión ante las posibilidades que nos abre el mercado global. Ojo, también podemos discutir si se trata de miopía o directamente ceguera, pero eso, si os apetece, lo discutimos con un café en el CFV.
Imaginemos una aplicación que nos ayuda a encontrar una plaza de parking en una ciudad desconocida. Ahora imaginemos que esta aplicación lo que consigue es que nuestro móvil nos diga su localización, nos facilite el acceso a este (al conectarse con las barreras del mismo nos permitiría el paso), y nos ahorre tiempo al pagar cuando dejamos el parking. Sin duda se trata de una aplicación que nos podría servir en cualquier parte del mundo y sin duda es una aplicación qué, tecnológicamente, no se antoja muy compleja. Bien, se necesitan varios programadores durante varios meses con su desarrollo pero esta es lo más difícil.
¿La imagináis?
Pues hace ya 7 meses cuando tres aventureros vigueses se pusieron a ello. En aquel momento el feeling y la química ya prometían algo interesante. Cómo todo proyecto en el que se empieza la energía comienza a brotar en forma de posibilidades, características, soluciones, formatos… etc. Seguro que los que habéis puesto en marcha una empresa conocéis de lo que hablo y, para los que no, podéis compararlo con cualquier otro momento en el que vuestro tiempo desaparezca sin que seáis conscientes.
Park app es una aplicación que se está desarrollando en Vigo y que te ayuda a encontrar, acceder y pagar el parking con un Smartphone.
Ahora mismo el embrión ya tiene cerradas 50 contrataciones y, el motivo de este artículo, es una solicitud de compra…
¿Qué sucede con esta solicitud?
Pues que el comprador padece de una miopía galopante… miopía por lo que ha ofrecido, sólo 4 ceros, y miopía por no saber lo que se puede hacer con un proyecto de tal envergadura. Me explico.
1. Cantidad ofrecida
Puede parecer que 4 ceros, en los tiempos que corren y para los emprendedores de tal idea, es una suma considerable pero, si estamos hablando de un proyecto global, con una escalabilidad y replicabilidad exponenciales, tal suma ha de considerarse muy pequeña. Lo cierto es que la oferta no es por un proyecto/start up sino por una solución tecnológica. Al menos así lo ha debido entender el ofertante… Hoy mismo, Bil (la persona que me ha cedido el testigo para empezar a publicar) me comentaba lo siguiente: «Estamos en unos entornos que nos condicionan y desperdiciamos oportunidades por no ver a donde van las cosas». En el momento en el que me decía esto me hacía referencia a la dificultad de valorar las posibilidades de una nueva vía de negocio y las limitaciones que nuestro bosque particular (empresarialmente hablando) nos impone. Quizás este ofertante debería reflexionar sobre esto.
2. Envergadura
¿Qué sucedería si esta app se consigue exportar a toda España?, ¿a Europa?, ¿a otros lugares?… Puede ser un sueño de tres emprendedores pero no parece tan descabellado si ya se han cerrado varias oportunidades sin tener la aplicación lista.
¿Por qué no apostar por esta posibilidad? La oferta que ha presentado este comprador es para adueñarse de la aplicación y sólo para utilizarla en sus establecimientos… ¿Miopía o sólo condicionamiento? Que cada uno juzgue por sí mismo.
Veremos lo que sucede con el proyecto y el tiempo nos dirá quién tiene razón. Por supuesto, el tiempo, el mercado y la capacidad de ejecución de estos tres amigos vigueses.