El Círculo de Valor Senior (CVS) del Círculo de Empresarios de Galicia, retoma su actividad en el presente curso para continuar con el compromiso de fomentar el envejecimiento activo y productivo y su labor de mentorización con jóvenes emprendedores.
Así, este grupo de voluntarios senior se reunirá el próximo 3 de marzo, a las 10.00 con las artífices del proyecto ‘Ponle cara al turismo’, una plataforma ‘market place’ sobre turismo comunitario, creativo e industrial (www.ponlecaraaltursimo.com), en la que colabora AJE Vigo y con el que se pretende conectar a pequeños productores, empresas y guías turísticos con viajeros de todo el mundo.
Al igual que ya sucediera con otros emprendedores, estos encuentros buscan la relación intergeneracional, que permita aprovechar la experiencia de los senior y optimizar el talento y el potencial de los emprendedores y sus iniciativas. En este sentido, CVS ofrece opinión, orientación, sugerencias o contactos, que puedan contribuir a añadir valor a esos nuevos proyectos.
Además, CVS trabaja ya en la programación de nuevas actividades, entre las que, además de los encuentros con jóvenes, se incluyen desayunos de trabajo dedicados al envejecimiento activo y el mundo empresarial.
Formar parte de CVS
Para formar parte del grupo de voluntariado los requisitos básicos son tener más de 55 años y una probada experiencia profesional o empresarial. No es requisito indispensable ser socio del Club.
El objetivo es, además de propiciar un envejecimiento activo, aprovechar el enorme valor que implica la experiencia profesional acumulada durante la vida laboral y, al mismo tiempo, propiciar la relación y el intercambio intergeneracional y la transmisión de conocimiento en ambos sentidos (de los senior hacia los jóvenes, y viceversa).
El grupo de mentores senior del Círculo surgió precisamente de la necesidad de poner en valor el conocimiento de los más veteranos y ofrecerlo, abiertamente, sin cortapisas, a las nuevas generaciones. ¿Necesidad de quién? Por un lado, la de los propios senior, que encuentran en este servicio a los demás un aliciente alentador y, seguramente en breve, la satisfacción personal de ver cómo su propia experiencia contribuye a dar forma a proyectos novedosos. Por el otro, la necesidad de la sociedad, que no puede (ni debe) renunciar a un capital humano de enorme valor o arriesgarse a perder un bagaje imprescindible para la evolución y mejora socioeconómica.
