Siempre he pensado que el derecho a decidir corresponde a los sujetos políticos. Y cuando el pueblo de un territorio se convierte en sujeto político, tiene derecho a decidir. Aunque no nos guste a los demás que no estamos invitados al confeti. Así fue en Escocia y así debe ser en cualquier país civilizado en el que las encuestas arrojan un 80% de la población que quiere votar referéndum.
Dicho lo cual, quiero reivindicarme como un ciudadano no-gilipollas (aunque tras lo dicho, algunos pocos de entre ustedes ya serán proclives a meterme en esa categoría). Me explicaré. Alrededor de todo este ruido de grillos se mezclan unos números que no dejan de sorprenderme. Me refiero a la recaudación tributaria de una hipotética república catalana: siempre se parte de las estadísticas de recaudación para calcular los ingresos públicos. La polémica suele venir por los gastos: los no secesionistas entienden que no están correctamente calculados los nuevos gastos emergentes como exterior y defensa, que serían superiores a la balanza fiscal con que cuentan recuperar los independentistas. Pero rara vez escucho hablar de caída recaudatoria por el ajuste del IVA y los Impuestos Especiales.
El último informe de recaudación de la AEAT[1] identifica así el potencial recaudatorio de los principales tributos de nuestro sistema:
(En millones de euros)
IRPF : 70.351
IS: 18.620
IVA: 59.320
IIEE: 19.191
Total: 167.482
Como puede observarse la fiscalidad indirecta, vinculada al consumo significa un porcentaje próximo al 50%: el 46,88% de la recaudación. Ahora fíjense: Cataluña es la comunidad neta exportadora española por diferencia: exporta al resto de España unos 44.000M€, en tanto que en el resto de España compra bienes y servicios por 25.500M€: tiene un saldo neto de casi 19.000M€. Ustedes recordarán que el IVA en el comercio interior se devenga en origen. Es decir, el IVA que ingresa por ventas de espumosos la administración de hacienda de Sant Sadurní D’anoia lo abonan en gran medida consumidores de otras regiones de España. Perecido efecto sucede con los IIEE: aunque el hecho imponible reza ‘producción e importación de …’ lo cierto es que se grava el consumo mediante la entrega intracomunitaria en regímenes suspensivos aduaneros.
La pregunta surge obligada: ¿Cómo es posible que la clase política catalana de aspiración independentista pueda pensar que esa pequeña república va a ingresar la misma recaudación tributaria si consuma su independencia? Nótese que hablo de economía positiva también llamada economía descriptiva, porque habla de lo que es, de lo que ‘hay’. No hablo de economía política: de lo que debiera ser; aquí si cabe la adscripción ideológica a un modelo de crecimiento u otro; o a un modelo de solidaridad territorial o no. Pero no es el caso: solo quiero que me expliquen como van a mantener la recaudación por IVA e Impuestos Especiales si pasan de hacer con el resto de España operaciones interiores a entregas intracomunitarias.
Cuestión distinta es el esfuerzo fiscal de Cataluña y de su balanza fiscal: tienen algunos motivos para estar quemados y si no, sigan leyendo:
Corría el año 1994 cuando Volkswagen dota de autonomía financiera a su fabrica de vehículos en Landaben (Navarra). VW llega al acuerdo con la Consejería de Hacienda del Gobierno Navarro en ingresar el IVA en la comunidad foral. Ninguna objeción a ese acuerdo… para la fabricación con destino al mercado interior español. Pero he ahí que sucesivamente más y más vehículos se destinan a la exportación a Europa: se produce una entrega intracomunitaria exenta y el IVA tributa por adquisición intracomunitaria en el país de destino de la expedición. Para respetar el compromiso adquirido con el Gobierno Navarro, VW crea en Barcelona, puerto de salida de su fabricación de Landaben una sociedad exportadora: VAE, SA.
Ahora presten atención; en Estados Unidos de América, por mucho menos, se termina compartiendo celda en la penitenciaría de Carolina de Norte con Madoff, el genio de las estafas piramidales. La clave del asunto es que VAE, SA, no está domiciliada en territorio foral navarro, sino en Barcelona, territorio común. La producción de VW se transmite a VAE, SA mediante una entrega de bienes interior sujeta al impuesto. VAE, SA paga el precio y el IVA a Landaben quien ingresa este último en la Hacienda Foral. A continuación VAE, SA realiza una entrega intracomunitaria exenta y no devenga IVA. Por consiguiente pide la devolución del saldo soportado a su favo.. ¿A quién? A la Delegación de Barcelona de la AEAT. En2012, durante una inspección rutinaria a VAE, SA la inspección cae de la burra e informa a las alturas.
Los números del informe de la inspección son escalofriantes: por los cuatro años anteriores al 2011 no prescritos, la Hacienda foral ingresó un IVA (devuelto por la Hacienda estatal) por valor de 1.513 millones de euros. Del IVA por los ejercicios 1995 al 2007 mejor ni enterarse. La Agencia Tributaria recurre por los 1.513 millones de euros. Barcina la presidenta Navarra se reúnen con Montoro. Todo es opaco, y parece que todo queda en nada, la Hacienda estatal desiste del recurso contencioso administrativo presentado ante el Tribunal Supremo, y para los años siguientes la comunidad foral de navarra, que dejará de ingresar el IVA devuelto en Barcelona, recibe una compensación adicional de 25 millones de euros anuales sobre el convenio.
Bien, pues ¿saben que pasó? Pues pasó que en eso llegó Fidel, al decir del estribillo de Carlos Puebla. No exactamente Fidel… en realidad quien llegó fue Bildu. Esa juventud alegre y combativa sacó su mejor artillería y exclamó en un comunicado que “El recurso presentado por el Estado ante el Tribunal Supremo en relación don la recaudación del IVA de Volkswagen supone una nueva agresión muy grave para la sociedad Navarra”. En ese comunicado la coalición abertzale constata “La clara voluntad del estado de abolir nuestros derechos y capacidad de decidir y definir nuestras propia políticas” y “Evidencia la inutilidad del actual marco para garantizar la viabilidad económica y política de Navarra”. Y también: “Años de complicidad y sumisión al centralismo han derivado en una nula capacidad para hacer frente a la agresión del Estado”. Ante la gravedad de los acontecimientos, Bildu terminó su comunicado exigiendo una convocatoria “urgente y extraordinaria de la Junta de Portavoces del Parlamento de Navarra”.
Ustedes convendrán conmigo que esos jóvenes alegres y combativos habrán por fuerza vuelto a la bebida. De lo contrario no se explica ese comunicado. Para ellos la solución sería otro marco, más independiente, que garantizase la viabilidad económica y política de Navarra.
No contentos con saquear 1.513 millones de euros de la recaudación del IVA en Cataluña, pretenderían un marco más favorable que el actual, donde una de las comunidades autónomas más ricas, puede financiarse con el esfuerzo fiscal de los sorianos o los orensanos.
No me dirán ustedes que a su lado los de la CUP no son unos benditos. O cuanto menos, tienen algo de razón: se sienten tan discriminados con el régimen fiscal del concierto navarro, como usted o yo mismo.
La pregunta que me surge es… ¿En un marco de independencia dispondría Bildu de un hatajo de gilipollas gallegos y extremeños que les financiara el IVA en una entrega intracomunitaria? Digo, si la fabrica de Landaben exporta desde una Navarra idílica e independiente sus coches a Alemania, ¿entonces realiza una entrega intracomunitaria exenta? (si les dejan ser UE; de lo contrario realizarían una exportación no sujeta), bien y… ¿quien les paga 1.513 millones de euros del IVA?
A mi no me salen las cuentas. Mejor dicho, sólo me salen las cuentas: a) si permanecen en España; y b) disponen de un concierto económico en el territorio foral.
Pues eso: repensar España y de paso sus impuestos. Y terminemos con estos discursos fabulosos y números más mágicos que los pitagóricos, cantos a las bodas de Canaán, donde nadie parece tener interés en hacer las cuentas como Dios manda. Si conseguimos eso, con sólo un poco de solidaridad y todo el sentido común que hemos de exigir a nuestros políticos, aquí cabemos todos.
