Aplaude el buen entendimiento entre Ministerio y Xunta y anima a buscar las mejores soluciones técnicas
Al mismo tiempo, urge celeridad, so pena de quedarse a medio camino entre el norte, que está impulsando potentes infraestructuras, y el sur, centrado en ser eje de las rutas atlánticas
Vigo, 17 de marzo de 2021.- Han faltado consenso político, social y económico, así como una estrategia empresarial clara y persistente en el tiempo para impulsar el desarrollo del puerto de Vigo. Así lo entiende el Foro de Entorno Socioeconómico (FES) del Círculo de Empresarios de Galicia, que ve con satisfacción el buen entendimiento entre el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y la Xunta de Galicia para buscar soluciones a las conexiones ferroviarias del puerto exterior de A Coruña y al enlace del Eje Atlántico con el norte de Portugal.
Círculo aplaude el compromiso del Ministerio de sacar a licitación en el próximo mes de abril el estudio informativo de la salida ferroviaria sur de Galicia, que incluirá el acceso al puerto vigués, y conexión con el norte de Portugal, y confía plenamente en que, tras las iniciativas de los últimos veinte años, este sea el proyecto definitivo para garantizar el futuro del sur de Galicia. No obstante, urge la optimización de los plazos administrativos, para evitar que, al igual que está sucediendo con otras infraestructuras ferroviarias y ocurrió ya con infraestructuras viarias de conexión con el centro de la península, la ejecución se prolongue durante décadas.
En este sentido, el FES apela a la necesidad de ese consenso político, social y económico, así como a la definición de una estrategia empresarial vinculada al puerto, por entender que del desarrollo de sus infraestructuras depende el futuro y viabilidad económica del sur de Galicia. Es necesario que las administraciones apuesten en serio por una cooperación útil en beneficio de la sociedad.
Tal y como informaba Círculo hace unas semanas, el puerto de Vigo apenas ha incrementado en un 1 % su tráfico en la última década, frente al 30 % de la media de Puertos del Estado, y es, de los cinco puertos gallegos de interés general, el que ha registrado peor evolución (https://circulo.gal/%e2%80%a2la-perdida-de-peso-de-los-puertos-gallegos-obliga-a-impulsar-conexiones-ferroviarias-y-dotacion-de-espacio/) . Esta situación ha llevado al FES a plantearse la posibilidad de que, a medio plazo, de mantenerse la situación en materia de conexiones ferroviarias y escasez de líneas de atraque, el puerto vigués podría verse fagocitado entre un norte (A Coruña-Ferrol) que está impulsando potentes infraestructuras ferroviarias en sus amplios espacios portuarios, y un sur (Leixoes) que lleva años centrando sus esfuerzos en ser eje de las rutas transoceánicas atlánticas. Obviamente, la situación afecta también a los puertos de Marín y Vilagarcía, que, de no ser convenientemente desarrollados en línea con las necesidades de los tráficos, verán igualmente mermadas su actividad y competitividad.
Aun entendiendo que la convivencia puerto-ciudad no siempre es fácil (y esto no es una singularidad de Vigo), Círculo considera imprescindible concienciar sobre el riesgo que supondría para Vigo perder su principal activo económico, en una ciudad cuyo mayor atractivo industrial depende de su enclave portuario. La mayor parte de los sectores productivos se han creado y crecido gracias y al amparo del puerto; una pérdida de capacidad competitiva y el deterioro de su oferta implicaría un cambio en el sistema productivo, en el tejido empresarial y en la calidad de vida de las familias del sur de Galicia.
Por el contrario, la disponibilidad de las dotaciones adecuadas, el incremento de su capacidad y la adecuación de sus infraestructuras contribuirían a complementar otras ofertas portuarias, fortalecer la oferta portuaria gallega y a generar mayor dinamismo y crecimiento económico.
Teniendo en cuenta además de que estamos ante una ciudad que es lo que es gracias a sus industrias y a pesar de otros factores, el FES considera que este es el momento de dejar trabajar a los técnicos de las administraciones para que, sin desoír a la sociedad civil, y sobre todo empresarial, trabajen coordinadamente en la búsqueda de la mejor solución para el futuro del sur de Galicia.
