El Círculo de Empresarios de Galicia celebró la Jornada Los beneficios de la igualdad en la empresa. La empresa como espacio libre de violencia de género, un encuentro impulsado por el Foro de RSC del Círculo, coordinado por José Mayo, y por la Consellería de Política Social e Igualdade.
En él se puso en valor a la empresa gallega como ejemplo en la lucha contra la violencia y el acoso en el entorno laboral, y todos los ponentes coincidieron en destacar a Galicia como referente en medidas y legislación, con España como único país del mundo con normativa específica en violencia de género”.
Según indicó la presidenta del Círculo, María Borrás, “tenemos que predicar con el ejemplo y promover la igualdad en nuestras organizaciones. El 60% de las empresas mejora sus beneficios y competitividad cuando las empleadas trabajan en entornos seguros y equitativos”.
Este encuentro, moderado por la psicóloga sanitaria Marian García, se celebra en vísperas del 8M e inmediatamente después al nuevo impulso en el Congreso de los Diputados del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, que recoge nuevas formas de violencia contra la mujer como son la económica y la digital, en la que 7 de cada 10 víctimas son mujeres y niñas, según indicó Pablo de San Mateo, Juez de Violencia sobre la mujer en Vigo.
En su intervención, se centró en la violencia económica, “que poco se aborda pero que subyace en muchos casos en los que incluso la mujer no sabe los recursos económicos con los que cuenta en el hogar”, con casos en los que es muy difícil lograr la inserción laboral. “El empoderamiento económico es clave y si la mujer trabaja tenemos mucho camino hecho para evitar este tipo de violencia”, indicó el juez.
Por su parte, el director xeral contra a Violencia de Xénero de la Xunta, Roberto Barba, coincidió en que es “muy complicado recuperar la autoestima y la inserción laboral para las mujeres víctimas”, y calificó de “pandemia” la violencia, “por lo que es tarea de todos erradicarla”.
Asimismo, puso en valor a Galicia como referente en la lucha como única comunidad con renta periódica, bono de alquiler y programas de inserción laboral, presentando también a los y las socios del Círculo la Guía para la empresa de detección de la violencia de género en el ámbito empresarial, “que está teniendo gran acogida en las compañías gallegas y que se complementa con los propios planes de igualdad y contra el acoso”.
El caso Nevenka, un antes y un después
Por su parte, Dolores Galovart, Valedora do Cidadán de Vigo y magistrada, centró su ponencia en los grandes avances sociales y legislativos en la materia, haciendo hincapié en casos mediáticos como el de Nevenka Fernández, que marcaron un antes y un después. Destacó los grandes avances recogidos en el Pacto de Estado, en el que fue ponente en 2017, y definió al acoso laboral como “el paradigma de la desigualdad entre hombres y mujeres, con dos normas no escritas diferentes según el género, en un ámbito en el que ellas ocupan posiciones inferiores, asumiendo conductas consideradas hasta hace poco como normales”.
En un entorno laboral con mayoría femenina, entre un 40 y un 50%, la detección precoz de casos de acoso fomenta la productividad y la igualdad en el seno de la empresa.
En el siguiente panel de la Jornada, sobre recursos, protocolos y programas de igualdad, participó el gerente de la Asociación Empresarial de Mos (AEMOS) Francisco Domínguez, que destacó la creación de una empresa de inserción laboral de mujeres víctimas de violencia con capital 100% de AEMOS.
Por su parte, la gerente de la Universidade de Vigo, Yolanda Lesmes, destacó las dificultades de las mujeres para avanzar en su carrera profesional y aportó varios datos: el 78% de las personas dedicadas a los cuidados son mujeres y el 90% de las trabajadoras a tiempo parcial. “Se calcula que se cuantificaría en 28 millones de puestos de trabajo todas las funciones que asumimos a lo largo de nuestra vida”, indicó.
También Susana García-Baquero, fiscal delegada de Extranjería de la Fiscalía de la provincia de Pontevedra, destacó el gran papel de los Planes de Igualdad en las empresas, para que “las compañías identifiquen, atajen y prevengan conductas que atenten contra la dignidad de las trabajadoras, facilitando canales de denuncia estrictamente confidenciales”.