Alimentación, renovables y logística centran el primer análisis de la colaboración intersectorial, en el programa ‘Galicia con sinergia’
Energía y transporte, esenciales para atraer inversión empresarial tanto en zona urbana como rural
Vigo, 12 de junio de 2024.- Logística y energías renovables resultan esenciales para mejorar la competitividad territorial, y con ello aumentar el atractivo para la inversión empresarial, según se expuso en la jornada ‘Galicia con sinergia’ organizada por Círculo de Empresarios de Galicia e Igape. Con ello, pueden incluso contribuir a asentar población en el territorio, algo que resulta esencial en el caso del rural donde se desarrolla la mayor parte de la actividad de nuestro sector alimentario.
Analizar el efecto de la sinergia entre los distintos sectores económicos gallegos es el objetivo del programa ‘Galicia con sinergia’, que hoy centró, en el Parque Tecnológico de Galicia (San Cibrao das Viñas), su atención en la alimentación, las energías renovables y la logística.
Sinergias que, como aseguró María Borrás, vicepresidenta el Círculo de Empresarios de Galicia, “casi de forma natural ya existen”. Y que, al mismo tiempo, pueden contribuir a la mejora económica. “Las posibilidades de sinergia en la economía gallega son múltiples”, dijo Norberto Penedo, director del área de Competitividade del IGAPE, tras el saludo inicial de Beatriz Tejada, técnica de proyectos del PTG.
Este programa se enmarca en el actual ciclo ‘Capacita Directivos’ que organizan IGAPE y Círculo, en colaboración con APD y Nordés Club Empresarial. Dicho ciclo surgió hace casi diez años, bajo el título ‘Recorriendo Galicia’, y desde entonces se han celebrado más de ochenta jornadas, con alrededor de 18.000 asistentes, según explicó Penedo.
La jornada de hoy en la Tecnópole se estructuró en dos mesas, moderadas por Pablo López (Creativigo), que contaron como ponentes con Beatriz Mato, (CSO de Greenalia), Iago Domínguez (gerente del Clúster Función Loxística Galicia), David Robledo (director I+D+i Grupo Coren), Joan Gelonch (CEO EidF Solar), Óscar Martínez (director de marketing Viña Costeira) y Carlos Gago (director Transglobal).
Un territorio más eficiente y sostenible
Es esa sinergia, esa complementariedad necesaria, la que ha cambiado el modelo económico. Un modelo que, en palabras de Beatriz Mato, ha hecho que la energía protagonice todos los debates. “Estamos viviendo una transición energética que es la revolución más grande de la historia”, opinó, debido a la descarbonización de la economía, un proceso que implica urgencias pero que se enfrenta a trabas. Entre ellas, citó la burocracia, la inseguridad jurídica, la falta de incentivos para determinadas tecnologías y el rechazo social a algunas infraestructuras, que, aun siendo defendidas por movimientos ecologistas, “aquí no; mejor fuera”.
Gelonch añadió el problema de almacenamiento de las energías renovables, si bien las baterías van ganando protagonismo y su coste se está reduciendo gracias a que cada vez existe mayor producción; y la necesidad de mejorar la red eléctrica.
Por su parte, la función logística “es fundamental para que una empresa se desarrolle aquí o allá”, señaló Iago Domínguez. “Es determinante para la inversión. Tenemos recursos naturales, estabilidad y talento, pero también algunos contras”. Sólo el 3 % de las mercancías gallegas se mueven en ferrocarril, “pero la mitad es basura de Sogama; hay que ir más allá. Con la infraestructura actual ya se puede hacer más de lo que se hace”.
El ferrocarril es el futuro, coincidió Carlos Gago. Europa pretende que en 2030, el 30 % de las mercancías se mueva en ferrocarril (ahora es el 13 %), “en España llegar al 10 sería triplicar la tasa actual”. No obstante, sí se constata ya que el flujo logístico integrará transporte marítimo y ferroviario, como se está comenzando a ver en puertos como el de Valencia o Bilbao, mientras desde Galicia se apuesta por conectar Atlántico y Mediterráneo, dejando la ‘última milla’ para transporte por carretera. Esto puede tener dos efectos muy positivos: la revitalización del rural por la creación de puertos secos, y una solución para el relevo generacional en la conducción de camiones “porque vas a poder dormir en tu casa”.
Eficiencia energética y huella de carbono
Conectado a lo anterior, el sector alimentario ha reducido su huella de carbono, el consumo de electricidad y de agua, “somos beneficiarios de esas sinergias”, apuntó David Robledo, y eso “nos facilita ser cada vez más competitivos”. El 17 % del pienso que consumen las granjas del Grupo Coren llega por ferrocarril, “cuando comience a operar Punta Langosteira será el 30 %”. La cooperativa dispone además de energía fotovoltaica para autoconsumo, térmica para calderas de biomasa, y prevé la valorización de residuos para alimentación de animales domésticos y uso en agricultura.
“Cooperativismo es casi sinónimo de sinergia”, señaló también Óscar Martínez, de Viña Costeira, donde ya se han impuesto la eficiencia energética y el reciclado de vidrio, citó como ejemplos.
“El sector alimentario es muy grande y entre todos podemos encontrar muchos proyectos”, apostó, si bien señaló igualmente algunos retos: una mayor producción, facilitar la adquisición de tierras (para paliar los minifundios abandonados), y avanzar en la equidad de las condiciones de vida en el rural y la ciudad y, con ello, en la captación de talento.