Las más de 750.000 viviendas nuevas- acabadas o en fase de construcción- que están sin vender en España suponen una inversión ‘parada’ superior a los 150.000 millones de euros; de esos inmuebles, 30.000 corresponden a Galicia. Cómo dar salida a esta inversión es una de las preguntas a las que intenta responder este documento, que también la situación que atraviesa el sector de obra civil, como consecuencia de la morosidad y las llamadas ‘bajas temerarias’.
Atomización, escasa profesionalización, empresas descapitalizadas, con baja productividad y una elevada temporalidad en el mercado laboral, caracterizan al sector de la construcción residencial. La actividad está sujeta, además, a un sinfín de normas que han derivado en una “normativa confusa, profusa, difusa y a menudo contradictoria”, a largos procedimientos administrativos y, a menudo, a inseguridad jurídica.