- La construcción del AVE gallego debería ser considerada una rehabilitación del ferrocarril tras siglo y medio sin inversiones importantes
- La falta de infraestructuras genera aislamiento y ruina económica
- El tiempo en que el tren cubre la distancia entre Galicia y Madrid es el más largo de toda España
- La rentabilidad del AVE gallego será muy superior al de otras comunidades, como ya está sucediendo con el Eje Atlántico
¿Por qué los gallegos han de desplazarse a Madrid en el triple de tiempo que los residentes en otras comunidades? Es una de las preguntas que el Foro de Urbanismo e Infraestructuras del Círculo de Empresarios de Galicia quiere trasladar a las voces críticas con las obras del AVE gallego que, periódicamente, defienden la paralización o ralentización de las mismas.
El Foro de Urbanismo e Infraestructuras ha analizado pormenorizadamente los tiempos que separan Galicia de Madrid, para llegar a la conclusión de que las obras del AVE gallego tienen un potencial de rentabilidad muy superior a las líneas de alta velocidad ejecutadas en otras comunidades.
De hecho, el FUI parte de una premisa: ante la falta de inversiones importantes en el ferrocarril gallego en el último siglo y medio, el AVE ha de ser considerado como una actuación de rehabilitación del tren en nuestra comunidad.
El análisis ha tenido en cuenta varios factores, sobre los que la puesta en servicio del AVE gallego incidirá positivamente:
- Demanda y tiempos de recorrido
En la actualidad, salen a diario de A Coruña y de Vigo hacia Madrid al menos cuatro trenes, una oferta que incluso fue insuficiente durante la pasada Semana Santa (no había disponibilidad de billetes por exceso de demanda), a pesar de que el tiempo de recorrido es de siete horas como media. Una situación ésta que contrasta, gravosamente, con la de otras ciudades, ubicadas a una distancia similar de Madrid, con las que el tiempo de recorrido se ha ido reduciendo de forma considerable en los últimos quince años.
| Distancia a Madrid | Tiempo medio de recorrido |
Barcelona | 621,3 km. | 2h. 30’ |
Málaga | 512 km. | 2h. 40’ |
Valencia | 481 km. | 1h. 50’ |
Alicante | 447 km. | 2h. 10’ |
A Coruña | 700 km. | 6h. 21’ |
Vigo | 630 | 6h. 40 |
Se pretende comparar la situación del AVE gallego con la paralización de la línea Londres-Manchester, pero se olvida que en estos momentos el itinerario británico se realiza en 2 h. 45 ‘, que se reducirían a 2 h. 15’ con el nuevo servicio, mientras que el AVE gallego permitirá rebajar las casi siete horas actuales a 2 h. 30’; es decir, en casi dos tercios. En el mismo sentido, nada tiene que ver con el ‘caso francés’, para el que se ha recomendado que, en aras de la rentabilidad, no se utilice el AVE para el tráfico convencional (con paradas en todas las estaciones).
- Rentabilidad económica y social
La apelación a la escasa rentabilidad de los AVE’s de Valencia o Albacete para justificar la paralización o ralentización del AVE gallego debería quedar invalidada automáticamente, por las mismas razones que el AVE Londres-Manchester: la reducción del tiempo y/o la competencia con la carretera no es significativa, por lo que el potencial de captación de tráfico es obviamente menor.
El AVE gallego reducirá a un tercio el tiempo de recorrido actual, lo que implica un evidente beneficio económico y social, por el simple hecho de que las ventajas obtenidas son mayores que las de otros usuarios nacionales. Una solución, además, que no sólo dará servicio a casi tres millones de gallegos, sino también a otros dos millones de residentes en el norte de Portugal (otra zona deficitaria en materia ferroviaria). Se refuerzan así las políticas prioritarias europeas de carácter transfronterizo.
Por el contrario, renunciar al AVE gallego supondría una nueva penalización económica para la Eurorregión, obviando sus necesidades de desarrollo.
El FUI incide en el papel que, como cohesionadoras del territorio, ejercen las infraestructuras (también las ferroviarias), por lo que su rentabilidad nunca debe ser analizada en términos exclusivamente económicos.
- Mantenimiento y beneficio
El potencial de captación de tráfico del AVE gallego es muy superior al de otras comunidades, como ya se está comprobando con las mejoras realizadas en el Eje Atlántico ferroviario de la comunidad (el tramo A Coruña-Santiago fue el que registró mayor incremento de viajeros de media distancia en toda España en los últimos años). Así pues, cabe esperar que el coste de mantenimiento de la infraestructura será cubierto por la explotación de la misma, e incluso son previsibles resultados positivos (recientemente, la ministra de Fomento aludió a los beneficiosos resultados económicos del AVE en España el pasado año).
Por otra parte, todas las infraestructuras aportan beneficio o rentabilidad económica a las empresas- las acercan a los núcleos de decisión-, a los trabajadores- reducción de costes de desplazamiento-, al sector servicios –aproxima el turismo a la región (como sucederá también con otros corredores nacionales en proyecto, cuya construcción se demanda pese a que la reducción de tiempos no es significativa).
Por el contrario, la carencia de infraestructuras genera aislamiento y ruina económica, como desgraciadamente ha comprobado Galicia a lo largo de su historia. Sobre este aspecto, es justo recordar que la comunidad gallega carece de servicios ferroviarios de cercanías y/o de metro, a pesar de que cuenta con áreas metropolitanas muy pobladas: Vigo y A Coruña son la duodécima y la decimoséptima áreas metropolitanas de España por volumen de población, según el informe del Ministerio de Fomento ‘Áreas urbanas +50’.
Resulta obvio que Galicia no puede quedar aislada del resto de España y de Europa y soportar otros cincuenta años de agravios en materia de infraestructuras de transporte.
Junto a todo esto, cabe añadir que España está involucrada en el cumplimiento de criterios de consumo energético y medioambientales impuestos por la UE, que viene apostando desde hace décadas por el desarrollo ferroviario en el espacio europeo.
Es por todo ello que el FUI manifiesta su apoyo total al Ministerio de Fomento en su defensa por garantizar la continuidad de las obras del AVE.