CARTA DE LA PRESIDENTA DEL CÍRCULO
«No necesitamos palabras agradables para levantar la moral. Sabemos lo que somos porque creemos lo que hacemos (…) Seguimos a la espera y con total disposición para lo que se nos necesite. Mientras, aplaudo iniciativas empresariales en nuestro país que demuestran capacidad de adaptación extrema»
La omisión duele tanto como la ofensa al comprobar que la espera es larga cuando el Gobierno de tu país no recurre a los empresarios para buscar aliados para enfrentarse a una crisis de tal índole. Todo lo contrario, nos perciben como sus enemigos.
Ni se recurre ni se consulta cuando se toman decisiones inusuales que tienen un impacto negativo desmesurado en el tejido empresarial y en todos los estratos sociales imprevisible de cuantificar.
Y más duele cuando ves que cada paso que se da genera más incertidumbre, atiende a la improvisación, responde a la ceguera, vislumbra falta de consenso, genera desconfianza, muestra debilidad, provoca desasosiego.
A los que se les llena la boca hablando de emprendedores, a los que alardean que los empresarios somos el motor de la economía, a los que subrayan que somos los que generamos empleo, a los que veneran nuestra resiliencia para solventar crisis y salir más reforzados, a los que dicen que sabemos ajustarnos el cinturón, a los que ejemplifican nuestra capacidad de diversificación y exportación, a los que aplauden nuestra capacidad de innovación. ¿Dónde están todos estos cuando más nos necesitan?
Deduzco que son palabras vacías que repiten discurso tras discurso cuando acuden a eventos empresariales. Está bien escuchar de vez en cuando palabras agradables que ayudan a levantar la moral y la autoestima. No las necesitamos. Sabemos lo que somos porque creemos lo que hacemos.
Sabemos hacer todo esto porque gestionamos. Construimos equipos ganadores que diagnostican, analizan, buscan soluciones y deciden con firmeza. Implementamos medidas constructivas con los clientes en ambientes de confianza, serenidad. Lideramos a medio plazo para alcanzar objetivos concretos previendo que el camino puede ser duro, muy duro. Pero con firmeza, visión de futuro y mucho respeto por los que comparten los retos, alcanzamos lo que nos proponemos.
A todos ellos, y con el mayor respeto por servir en lo que se necesite, seguimos a la espera y con total disposición para lo que se nos necesite.
Mientras tanto, aplaudo iniciativas empresariales en nuestro país que demuestran capacidad de adaptación extrema. No quiero dejarme ningún nombre en el tintero. A todas ellas sólo puedo agradecerles su trabajo y solidaridad.
Patricia García
Presidenta del Círculo de Empresarios de Galicia
