Maison Brisset
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Año 1991, Andrea Branzi, Michele de Lucchi y Ettore Sottssas reciben de Vitra el encargo de investigar sobre la oficina y los espacios de trabajo. Sus conclusiones, que se plasman en una exposición del Vitra Design Museum y en una publicación, desplazan el centro de atención al usuario, que al traspasar las puertas de la oficina sigue siendo un ciudadano de pleno derecho que trabaja feliz en un entorno laboral positivo basado en la responsabilidad, la confianza mutua y la comunicación.
Este nuevo concepto que se denominó Citizen Office permite al empleado elegir el ritmo de trabajo, la forma y el lugar apropiados para realizar sus respectivas tareas. Este espacio menos jerarquizado se convierte en un ambiente de trabajo ergonómico, activo y dinámico. La organización del territorio gira alrededor de un Forum central, comparable con la plaza del mercado de una ciudad, y las áreas de trabajo alrededor, similares a los barrios.
La oficina se convierte en un mercado del conocimiento y en un lugar de interacción social, dejando de ser un lugar sólo para trabajar. Quien se siente bien, está más motivado y es más productivo.
Es una oficina abierta en la que se articulan diferentes soluciones de mobiliario que favorecen la concentración, la colaboración, el intercambio de ideas, la inspiración o la relajación. En las áreas de trabajo periféricas el individuo comparte el espacio con sus compañeros de departamento pero puede elegir trabajar sentado en un escritorio de altura tradicional, que es suyo temporal o permanentemente, de pie en una mesa alta o relajado en un sofá de respaldo alto que le ofrece recogimiento y le aísla de las perturbaciones.
Esta diversidad se completa con mesas para equipos y salas de reuniones improvisadas al crear un círculo con los sofás de respaldo alto, y todo acaba generando una cultura laboral más ágil, productiva y saludable, ya que al crear movimiento desplaza a la perjudicial posición sedente frente al escritorio como la dominante en la oficina. Los papeles desaparecen de las mesas para digitalizarse o ser archivados en un registro central de fácil acceso para todos, mientras que los objetos personales se guardan en taquillas o carros móviles.
La oficina se configura como un collage de dimensiones, colores, ambientes y materiales. Una variedad sensorial que estimula la creatividad y el aprendizaje, y que permite a cada uno encontrar su sitio.
Pero lo que más me llama la atención es el Forum, aquí el concepto tradicional de trabajo se diluye y se hace más agradable. Es un centro social productivo con salones, biblioteca, cafetería, mesas de reuniones y proyectos, incluso terraza y zonas de siesta, salas cerradas para el recogimiento y plataformas abiertas para el intercambio directo, un espacio público y privado, simultáneamente un área de networking y de nesting.
Año 2013, aún no he ido a trabajar a una oficina como ésta. ¿Somos ciudadanos en la oficina?
Fotos:
Oficinas de Vitra en Weil am Rhein (Alemania), diseño de Sevil Peach.
El Proceso, Orson Welles 1962