¿Te acuerdas del día que viniste al mundo? El día de tu nacimiento.
Un fuerte grito inundó la sala del paritorio. ¿Te acuerdas cuando tus padres vieron por primera vez tu carita? Te regalaron algo muy especial: el brillo de ojos de la felicidad.
«Bienvenido al mundo y con el corazón pronunciaron tu nombre, Raquel, Marta, Manuel, Rosa, Marcos…»
¿Cuánto tiempo ha pasado desde aquel día? Miles de minutos sobreviviendo al presente, cientos de horas imaginando el futuro.
Te invito a que abras el álbum de tus recuerdos. Pasa las hojas de tu vida, y observa con cariño los mejores momentos de tu vida. Escoge solo una fotografía, aquella en la que le regalabas al mundo algo muy especial: el brillo de ojos de la felicidad.
El segundo paso. Imprime la fotografía en papel. Recorta solo, la zona de tus ojos y mírala fijamente durante 6 segundos. Tienes en tus manos el envoltorio de tu marca personal, 100% natural. Guárdala en tu cartera, para que nunca te olvides de ese brillo tan especial.
Marca personal, envoltorio, diseño 100% natural… ¿De qué me estás hablando Raquel?
Marca personal.
Nuestra marca personal, no es más que nuestra identidad tanto personal como profesional. Decir quienes somos es algo tan sencillo como pronunciar nuestro nombre, pero a la vez tan difícil de transmitirlo y demostrarlo. Todos los días, le contamos al mundo quienes somos, comunicando nuestra marca personal. Si eres capaz de escribir con tus datos las siguientes líneas, en menos de un minuto, es que tienes una marca personal muy saludable.
«Soy _____________(tu nombre) ______________ (profesión + un piropo) y cada día me despierto con un brillo en los ojos, porque me apasiona ___________________________(describe aquello que hace que te levantes de la cama cada día para ir a trabajar). En el mundo somos 7000 millones de personas, pero solo hay una persona capaz de ________________________ (define tu propuesta de valor, porqué debo elegirte a ti como profesional y no a otro). En mi tiempo libre disfruto _________________ (enumera máximo 3 palabras que definan tus hobbies).»
Envoltorio.
¿Recuerdas los maravillosos años de tu juventud? Cuando tu madre/padre te decían ¡A dónde vas con esas pintas! Eso es el envoltorio. «Las pintas que llevas».
La parte visible que muestras al mundo. El envoltorio, algo tan poderoso que sin necesidad de pronunciar ni una palabra, eres capaz de transmitir quien eres.
Para cada momento, tenemos un envoltorio diferente. Lo más importante, es que el envoltorio sea 100% natural, y por ello este debe ir siempre acompañado de tu esencia. Como si de un perfume se tratase, Eau de Raquel, Eau de Andrés, Eau de Fanny… ¿Para qué debo diseñar mi envoltorio?
Para comunicar quienes somos. Para estar guapos, cómodos, estilosos:
– Ropa
– Calzado
– Peinado
– Manicura
– Complementos (bolso, gafas, reloj…)
Para potenciar nuestra esencia, nuestro envoltorio 100% natural:
– Lenguaje corporal (tu postura, tu sonrisa, ese saludo que te caracteriza…)
– Lenguaje verbal
– Los detalles que enamoran (una palmadita en el hombro cuando más lo necesitan, la mirada de » te estoy leyendo la mente y sé lo que necesitas»…)
Diseña.
Reserva 30 minutos a la semana, para ti. Lanza el smartphone por la ventana y desconecta del mundo sólo durante unos minutos. Escoge un lugar, te recomiendo en mitad de la naturaleza, a la hora del amanecer. Respira hondo, fija tu mirada en el horizonte. Cierra los ojos. Imagina el día que viniste al mundo. Fíjate en la mirada de tus padres. Abre tus ojos. Es hora de regalarle al mundo ese brillo de ojos que te hace tan especial.
