¿ES NECESARIO UN NUEVO ESTATUTO DE LOS TRABAJADORES?

La revolución digital está introduciendo parámetros a los que ya se enfrenta el mundo de la empresa, mientras la legislación laboral española parece remolonear ante los cambios que se están produciendo o establece medidas que no los tiene en cuenta.

Al tiempo que está accediendo al mundo laboral una nueva generación que valora más la gestión propia de su tiempo que otras condiciones; o que el teletrabajo empieza a dejar de ser ‘rara avis’, se impone un control de jornada que prima el presentismo.

Tampoco las modalidades de contrato se ajustan a las necesidades de las empresas que, cada vez en mayor medida, buscan talento más basado en competencias personales que en formación académica.

La ‘uberización’ de la economía y sus consecuencias (precarización de las condiciones laborales y de seguridad, y competencia desleal con las empresas legalmente establecidas) constituyen otro factor pendiente de abordaje.

Hay muchos más (brecha salarial, conciliación familiar, desconexión digital, flexibilidad) que están ya en la preocupación de la calle, sin que hayan sido debidamente resueltos.

Y hay preguntas para cuya respuesta posiblemente sería exigible un debate más sosegado: ¿debe ser el SMI igual en Madrid o Barcelona que en Ourense o Zamora, limítrofes con Portugal, donde los salarios son más bajos? ¿Podría la empresa perder mecanismos de flexibilidad interna si vuelve a tener preponderancia el convenio colectivo?

Es por ello que planteamos esta mesa para reflexionar sobre si una nueva reforma laboral (y sería la 43ª a la que el Estatuto de los Trabajadores es sometido desde 1980) sería suficiente, o si habría que ir a un nuevo Estatuto y cuáles son las cuestiones que tendría que tratar inexcusablemente.

Las mesas debate están organizadas por el Foro de Entorno Socioeconómico