Con esta entrega iniciamos una serie de artículos de opinión a través de los que intentaré aportarles información, que espero pueda ser de utilidad, para el eterno y permanente debate abierto en torno al sistema bancario y financiero.
Un primer apunte para el debate podría ser perfectamente la reflexión acerca de una cuestión que genera muchas discrepancias; ¿tenemos a nuestra disposición el sistema bancario y financiero que necesitamos?
Aunque soy consiente de la enorme dificultad de alcanzar un consenso en este tema, espero que sí estarán de acuerdo conmigo en que el bancario es un sector clave y estratégico en nuestra economía y para nuestra calidad de vida.
En España, nos guste o no, tenemos una muy elevada dependencia de la banca comercial; nuestro sector bancario es el “facilitador” de más del 80% del apalancamiento financiero de familias y pymes. Esta situación no es exactamente coincidente con la de otros países de nuestro entorno y difiere notablemente con la de Estados Unidos, donde el peso de la banca comercial en la cobertura de las necesidades financiación de su economía es muy reducida, ya que existen otras alternativas tanto o más eficientes.
Sobre esta realidad, acerca de la que caben muy diferentes interpretaciones, vamos a “construir” las próximas entregas.
No esperen ustedes una información novedosa, sino una visión personal, basada en mi experiencia profesional, sobre una serie de datos objetivos, contrastados y conocidos.
Por otra parte, no es mi intención conseguir su acuerdo, conformidad o identificación con mis opiniones y valoraciones, de forma especial cuando abordemos la evolución prevista para el sector. John Maynard Keynes, (en mi opinión, uno de los grandes economistas de la historia mundial) describía a los economistas como los mejores “profetas del pasado”. De alguna forma, esta cita nos ilustra y advierte acerca de las predicciones económicas y financieras, de su verdadero valor y de su utilidad. Sin lugar a dudas, son necesarias para nuestra actividad empresarial y económica, pero lo que mejor sabemos hacer los economistas es “explicar el pasado”. Cuando tenemos que descontar el futuro …
En los siguientes artículos, abordaré una serie de cuestiones, que espero les puedan resultar atractivas e interesantes. Anticipo algunas:
- Pasado; ¿Realmente la crisis es la causa única para explicar el acoso y derribo de nuestras Cajas de Ahorros? ¿Qué intereses pueden estar detrás de la desaparición del modelo de las Cajas de Ahorros? ¿Estaban tan mal nuestras Cajas como se nos ha hecho creer y pensar? ¿Era tan necesario el rescate del sector, y por un volumen de recursos tan elevado? ¿Había otras alternativas al rescate bancario? En verdad, ¿todas las cajas estaban mal gestionadas y/o quebradas? ¿Los cambios normativos pueden ser un factor de peso para explicar la “desaparición” de las cajas en Galicia?…
- Presente; ¿Tenemos realmente un sistema financiero gallego? ¿Hay alguna entidad bancaria con capacidad, interés e intención de cubrir un rol tan activo y comprometido como el que han tenido las cajas gallegas en el pasado? ¿Somos conscientes del importante peso que la función social y cultural de las cajas tenia en el PIB de Galicia? ¿Ha finalizado ya la reestructuración bancaria, o realmente lo importante y duro está por venir? ¿Las dificultades para obtener financiación se deben a la falta de demanda “solvente” o puede haber otros factores explicativos? ¿Es rentable la actividad de banca comercial pura y dura? …
- Futuro; ¿Cómo afrontarán nuestros bancos los retos de unos tipos en mínimos, un entorno económico inestable, la nueva regulación europea, las dificultades de crecimiento en cuenta de resultados por la parte de los ingresos,…? ¿Caminamos hacia un proceso de exclusión social en los servicios bancarios? ¿Volveremos a un sistema bancario “oligárquico”? Si es así, ¿cuántos bancos nacionales están en condiciones de sobrevivir? ¿Está nuestro sector bancario nacional preparado para afrontar el desafío que va a suponer la previsible fase de consolidación de un sistema bancario europeo a través de alianzas/fusiones/compras panaeuropeas? ¿Es realmente una amenaza para nuestro sector bancario el big data, el crowdfunding y/o el fintech?
